Cine Documental: “Toda ficción es biografía y toda biografía es ficción”


Lavada de cabeza para todos los purretes en "Jesus Camp", documental del 2006.

Reemplace la variable "biografía" por "documental" y esta máxima borgiana bien podría aplicar a este género. Sin meternos en vericuetos teóricos que lo definan preferimos destacar uno de sus rasgos en particular: La ilusión de objetividad que ofrece un documental.

El material de archivo o el material relevado y producido para el film sumado al sonido (música, relato en off), el uso de la cámara, las desiciones de montaje -en fin, la puesta en escena- potencian, focalizan y resignifican esos elementos representativos de La Verdad que se busca contar.

Adentrarse en estos procesos abre la puerta para redondear la experiencia de ver un documental: reflexionar y discutir teniendo presente que lo que acabamos de ver es una de tantas posibles posturas frente a un tema determinado. También resulta escencial ubicar al film en un contexto social, político y/o económico –quizá más que en otros géneros– para obtener un panorama completo de la obra.

Cuales son los límites del género es una polémica que dejamos para más adelante, mientras tanto, abranse paso entre las mesas y sirvanse de estos canapés.

- Úpalala!... parece que el blog se puso solemne!
- Este.... no, bueno... acercate. Lo que pasa es que viene el Bafici (susurra) y hablando de Los Bicivoladores ¿quien se va a levantar a estudiante de cine?
- Aaaaaah! Así que era por eso?! Este pibe no cambia más. Ya te olvidaste de lo que pasó cuando agarraste la guitarra eléctrica?! Y con capoheira? Y con el taller de origami?
[Y repentinamente un miembro del equipo lanza espuma blanca por la boca, convulsiona y muere de vergüenza.]

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